La función de los testículos es, básicamente, producir espermatozoides y producir la testosterona, la hormona masculina. Por tanto, cuando extirpamos los testículos cesan ambas funciones, y de esta forma obtenemos los beneficios de la castración:
- El macho queda estéril, por lo que no se producirán montas y embarazos no deseadas en el caso de que el animal conviva con una hembra fértil.
- Al desaparecer la testosterona, también desaparecen los comportamientos no deseados ligados a esta hormona, como son marcaje urinario del territorio, agresividad y nerviosismo, tendencia a escapar en busca de hembras en celo,etc.
- Enfermedades prostáticas, como son hipertrofia, infección, quistes y abscesos, tumores prostáticos, etc
- Desarreglos hormonales ligados la testosterona
- Tumores testiculares
La intervención se realiza por la mañana, y por la tarde el animal ya puede volver a su casa totalmente recuperado de la anestesia. Se le administrará un antibiótico preventivo y un analgésico el mismo día de la cirugía.