Los braquicéfalos, chatos, son perros que tienen una conformación
anatómica de la cabeza especial, sus vías respiratorias superiores están
comprimidas en un espacio pequeño. Esto ocasiona un paso dificultoso del aire.
Entre estas razas, destacamos al Bulldog Inglés, Bulldog Francés, Carlino.
Los síntomas son variados: respiración
ruidosa, ronquidos, vómitos, dificultad respiratoria, cansancio, intolerancia
al ejercicio, obstrucción respiratoria y muerte súbita en algunos casos.
Los puntos críticos son la nariz, coanas,
paladar blando, laringe y traquea. No siempre existen todas estas dificultades
a la vez, y a veces con el paso del tiempo una alteración puede llevar a otra.
Se puede considerar una enfermedad degenerativa,
ya que la no corrección temprana de estas alteraciones conlleva el deterioro progresivo de los
cartílagos laríngeos produciendo una parálisis de estos.
Las posibles intervenciones se realizan
en la nariz, ampliando el paso de aire, en la faringe, cortando el paladar
blando, y en la laringe, cortando los sáculos.
Se recomienda una intervención temprana, cuando
el perro tiene entre 10 y 12 meses de edad, para evitar la degeneración de los
cartílagos laríngeos, que termina ocasionando una parálisis.
En nuestra clínica el procedimiento que
realizamos es el siguiente. El animal, previa exploración, se cita
en ayunas a primera hora de la mañana, se hace una analítica general y
una radiografía. Si no hay alteraciones que impidan un procedimiento
quirúrgico, se anestesian, se le explora la faringe, la laringe, y se les
realiza una endoscopia digestiva para descartar otras patologías propias de
estas razas. Tras el examen se corrigen de
forma quirúrgica las alteraciones. Principalmente se realiza resección del
paladar blando, corrección de las narinas y resección de los sáculos laríngeos.
Los pacientes se quedan hospitalizados, bajo sedación suave, hasta última hora de la tarde. La recuperación
es rápida, y los resultados suelen ser muy positivos.