martes, 12 de abril de 2011

El baño del gato

Los gatos son limpios por naturaleza. Su ancestral costumbre de aseo diario hace innecesario, en la mayoría de los casos, someterles a un baño con agua y jabón. Sin embargo, existen situaciones en las cuales el baño resulta imprescindible: la presencia de alguna sustancia tóxica en su pelo, pulgas, suciedad excesiva por algún motivo, etc.

Se dice que los gatos le tienen terror al agua. Pero hay formas de convertir este paso en una agradable experiencia para él. 

Antes de empezar hay que tenerlo todo a mano. Es importante que usemos un jabón líquido específico para gatos, pues de otro modo podríamos dañar los aceites esenciales de su piel. También es aconsejable colocar en el fondo de la bañera una toalla para que pueda clavar las uñas y le de sensación de firmeza. El agua tiene que estar a una temperatura agradable, tibia tirando a caliente, pero no excesivamente. Con un palmo de agua en la bañera será suficiente. También tendremos preparada una jarra o recipiente de plástico para mojarlo y enjuagarlo, utilizando el mismo agua de la bañera. Una de las cosas que más asusta a un gato es el ruido, el ruido de la ducha o del grifo. Al usar una jarra, la sensación del agua cayendo suavemente y de forma silenciosa sobre él, le resultará sumamente placentera.

Tanto si bañamos a perros como a gatos, es importante tranquilizarles con nuestra voz. Una sucesión de palabras cariñosas en un tono de voz suave aplaca sus miedos y su estrés, y les da a entender que el baño es una demostración de cariño por nuestra parte.

El baño de un gato ha de ser lo más rápido posible, pues en el momento en que se canse, querrá saltar para salir de la bañera. Al finalizar, lo secaremos con una toalla y, según el pelaje y el carácter del animal, podremos utilizar un secador. También depende de la estación en que nos encontremos. Si es verano y hace calor, el gato disfrutará secándose por sí mismo al sol.

Finalmente, es importante premiarle (tanto para gatos como para perros) con alguna "chuchería", como recompensa por haberse portado bien :)

Fuengirola celebra el II Día del Perro

El pasado domingo, 10 de Abril, tuvo lugar la segunda edición del Día del Perro en Fuengirola (Málaga). 

La jornada dio comienzo a las 10:30 de la mañana con una marcha canina desde la Plaza de España hasta el recinto ferial. Una vez allí, se pudo disfrutar de exhibiciones de perros de la Unidad Canina de los Cuerpos de Seguridad del Estado: Guardia Civil, Policía Nacional y Unidad de Rescate entre otros. 

En el transcurso de la exhibición, los perros pertenecientes a la Unidad de Rescate hicieron demostraciones de rescates y adiestramiento. Además se obsequió a los asistentes con un regalo para sus mascotas. 

Por último cabe destacar la participación de diversos colectivos que se sumaron a esta celebración en los stands que se habilitaron para tal fin: el Colegio de Veterinarios de Málaga, el Club de los Leones, adiestradores de perros, Purina, Royal Canin y otros.

Radiología Digital

La Radiología Digital supone uno de los grandes avances para el diagnóstico en medicina, también veterinaria. 

Su altísima resolución facilita la detección de traumatismos, dolencias o anomalías por pequeñas que sean. Otras ventajas frente a la radiología convencional son, por ejemplo, que no necesita de revelado, pudiendo obtener de inmediato la información necesaria para tratar la dolencia. Permite repetir las tomas en cuestión de segundos, hasta obtener una imagen perfecta de la zona afectada. Genera un archivo de imagen en formato digital que puede ser almacenado y visualizado en el ordenador o enviado por correo electrónico. El resultado es una imagen nítida, clara, perfecta.

En Clínica Veterinaria Tamara disponemos de Radiología Digital para un rápido y certero diagnóstico. Esto nos permite hacer un tratamiento o intervención inmediata y directa sobre el órgano o miembro a tratar, evitando prolongar el sufrimiento de su mascota y aumentando las posibilidades de éxito en su curación.

En la imagen se puede observar la vejiga de un perro afectada de cálculos urinarios.



Mi perro tiene Síndrome de Abandono

El Síndrome de Abandono es un estado de estrés que con frecuencia afecta a perros y gatos, sobre todo cuando el animal ha sido recogido de la calle, esto es, cuando previamente ha vivido ya una situación de abandono.

Se manifiesta cuando los dueños se marchan de casa y el animal se queda sólo. En su cabeza no cabe la idea de que regresarán. Piensa que se le ha vuelto a abandonar, y esto le conduce a una situación de angustia que se traduce en comportamientos alterados.

Los más frecuentes son: Hacer sus necesidades en casa, provocar desorden y destrozos o ladrar (maullar en el caso de los gatos) de forma insistente. Durante ese intervalo de tiempo, nuestra mascota es presa de un profundo sufrimiento. Así pues, lo último que se debe de hacer es amonestarle por el el pequeño desaguisado que nos haya podido ocasionar. Existen otro tipo de medidas que resultan muy efectivas para inculcarle la confianza que tanto necesita:
  • Al llegar a casa, nos encontraremos con un recibimiento escandaloso. Lo mejor es ignorarle hasta que se calme y, al cabo de un rato, llamarle para hacerle unos cariños. 
  • Si ha ensuciado la casa, no debemos reñirle. Además, es importante que, a la hora de limpiarlo, él no nos vea.
  • Otra medida muy efectiva consiste en marcharnos de casa y volver a entrar al cabo de unos minutos. Haciendo esto unas cuantas veces seguidas durante algunos días, le iremos otorgando la tranquilidad de saber que cuando nos vamos, volvemos.
  • Si es posible, dejarle puesta algo de música, preferiblemente clásica. 
Sobre todo, es muy importante tener paciencia. Por mucho que nos disguste encontrarnos la casa desordenada, debemos entender que él lo ha pasado mucho peor, angustiado por el estrés de pensar que sus nuevos seres queridos, a los que tanto ama, se marchan para nunca más volver.

lunes, 11 de abril de 2011

Nacho, el perro volador

Nos lo trajeron a primera hora de la tarde. Se le veía triste, cabizbajo, caminaba lentamente, y en su mirada esquiva se podía leer el remordimiento del niño que ha sido sorprendido haciendo una travesura.

Y lo cierto es que, su "travesura" bien podía haberle costado la vida. Porque había saltado, nada menos, desde una altura de 3 pisos.

Algunos vecinos declararon que se encontraba ladrando asomado a la azotea, y que, en un momento dado, saltó hacia el exterior, con tanta suerte que fue a caer sobre un árbol joven que amortiguó el posterior impacto contra el suelo al precio de perder alguna de sus ramas. Además, cayó de costado, lo que le libró de haberse roto alguna pata. Según los testigos, nada más caer, se levantó como si nada y salió corriendo, imaginamos que poseído por el monumental susto de la experiencia sufrida. Pero su buena suerte no acabó ahí; su dueña, que no sabía nada, le encontró vagando por la calle Real, cuando regresaba a casa para comer. Parece que el ángel de la guarda de los perros hubiese decidido aquél día dedicarse por entero a Nacho.

Así pues, su dueña nos lo trajo a primera hora de la tarde, temiendo que, a pesar de no mostrar ninguna herida visible, tuviese algún órgano dañado a causa del tremendo impacto. Pero nada más lejos. Nacho sólo se encontraba dolorido y con una ligera contusión. Tras un concienzudo exámen, le administramos un analgésico y le entregamos a su dueña las dosis necesarias para prolongar el tratamiento durante 3 días más. La dueña no podía creerlo. Antes de abandonar la consulta nos preguntó una vez más:

- Entonces... ¿No hay nada roto?
- No. Sólo el árbol :)