El Síndrome de Abandono es un estado de estrés que con frecuencia afecta a perros y gatos, sobre todo cuando el animal ha sido recogido de la calle, esto es, cuando previamente ha vivido ya una situación de abandono.
Se manifiesta cuando los dueños se marchan de casa y el animal se queda sólo. En su cabeza no cabe la idea de que regresarán. Piensa que se le ha vuelto a abandonar, y esto le conduce a una situación de angustia que se traduce en comportamientos alterados.
Los más frecuentes son: Hacer sus necesidades en casa, provocar desorden y destrozos o ladrar (maullar en el caso de los gatos) de forma insistente. Durante ese intervalo de tiempo, nuestra mascota es presa de un profundo sufrimiento. Así pues, lo último que se debe de hacer es amonestarle por el el pequeño desaguisado que nos haya podido ocasionar. Existen otro tipo de medidas que resultan muy efectivas para inculcarle la confianza que tanto necesita:
- Al llegar a casa, nos encontraremos con un recibimiento escandaloso. Lo mejor es ignorarle hasta que se calme y, al cabo de un rato, llamarle para hacerle unos cariños.
- Si ha ensuciado la casa, no debemos reñirle. Además, es importante que, a la hora de limpiarlo, él no nos vea.
- Otra medida muy efectiva consiste en marcharnos de casa y volver a entrar al cabo de unos minutos. Haciendo esto unas cuantas veces seguidas durante algunos días, le iremos otorgando la tranquilidad de saber que cuando nos vamos, volvemos.
- Si es posible, dejarle puesta algo de música, preferiblemente clásica.
Sobre todo, es muy importante tener paciencia. Por mucho que nos disguste encontrarnos la casa desordenada, debemos entender que él lo ha pasado mucho peor, angustiado por el estrés de pensar que sus nuevos seres queridos, a los que tanto ama, se marchan para nunca más volver.